“Pasó hecho la mocha” es un frase popular o modismo que indica veloz, rápido, de prisa: Pasó a medio día “hecho la mocha".
El concepto "popular" es estrictamente inserto en el ámbito de lo histórico-social. Se transforma a lo largo del tiempo tanto por cambios de contextos, como cambios de los marcos teóricos, según nuestra posición filosófica.
Hay expresiones populares que no parecen tener explicación alguna y a lo mejor ciertamente no la tienen, pero entonces el mismo pueblo se las inventa y lo hace por lo general con tanto ingenio que hasta parecen ciertas, a veces hasta más que las que son históricamente comprobables. Andar, pasar “hecho la mocha“, por ejemplo tiene una historia simpática que me parece muy creíble aunque jamás metería las manos al fuego por su veracidad.
Vayamos a la historia. Cuando era joven adolescente conocí la Estación de Ferrocarriles de San Lázaro, en esta Cd. de México, que funcionó hasta los años 70 del siglo pasado. Los ferrocarriles, tanto de carga como de pasajeros, todavía tenían un rol muy importante dentro de la economía nacional. Para entonces era una empresa estatal denominada Ferrocarriles Nacionales de México. De esta estación salían ferrocarriles que cubrían la ruta del llamado Ferrocarril Interoceanico (Ciudad de México-Puebla-Veracruz-Itsmo de Tehuantepec).
La ubicación exacta de la Estación de Ferrocarriles de San Lázaro fue la siguiente: calle de San Ciprián al poniente, entrada principal de la estación; al sur con la Plaza de la Soledad (hoy Plaza San Lázaro); al norte con Emiliano Zapata y al oriente con Francisco Morazán (hoy Congreso de la Unión).
Esta estación tenía vías que la comunicaban o otras estaciones dentro de la Cd. de México como la de Buenavista, F.C. Hidalgo, F.C. Mexicano y Colonia. Además, se extendían vías a importantes fábricas, como la de conservas Clemente Jacques, la fábrica de chocolates La Azteca, la fabrica de vajilla El Anfora, y zonas industriales como la Col. Moctezuma.
Cuando un ferrocarril llagaba a la Estación San Lázaro, el siguiente trabajo era repartir los vagones, llenos de mercancías, a sus destinatarios. Era un movimiento de ir y venir constante del ferrocarril. Unas veces lo hacia con vagones y otras sin ellos. Cuando pasaba el ferrocarril sin vagones, únicamente la locomotora, la velocidad era mucho mayor, era rápida y veloz. A esta locomotora la gente lo comenzó a llamar “La Mocha”, pues le faltaban los vagones.
A partir de entonces cuando alguien se movía con mucha rapidez, de prisa, decían que se parecía a una “mocha“. Mira, allá viene aquel hecho “la mocha“. Era equivalente a decir allá viene aquel moviéndose tan rápido como una de “las mochas“.
Para los puritanos este modismo les cayo de perlas. En vez de decir “Pasó hecho la madre” o bien "Pasó hecho la chingada", optaron por decrir “Pasó hecho la mocha”. Es posible ...
La estación San Lázaro de trenes, cerca de donde esta ahora el H. Congreso de la Unión, en el DF |
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