Aquella mañana del 5 de mayo de 1962, la inauguración de la Súper Carretera México-Puebla (la hoy famosa AUTOPISTA) no sólo representó el inicio de una visita presidencial para conmemorar el Centenario de la Batalla de Puebla. La apertura de ese “camino directo” que llegaba para descubrir a la ciudad “un nuevo horizonte de desarrollo industrial, comercial y turístico” encarnaba al mismo tiempo, la versión oficial del pujante avance de México hacia el desarrollo.
El discurso patriótico, de un pueblo capaz de vencer las mayores adversidades, embonaba perfectamente con el cariz que tendrían los festejos para conmemorar la hazaña de Ignacio Zaragoza derrotando al ejército francés: el brazo generoso del gobierno de Adolfo López Mateos extendía las bondades del desarrollo a “la Puebla Heroica de Zaragoza y de Negrete”.
El periodista Román Sánchez Araoz así definiría el ambiente de fiesta: “Desde hace dos semanas que se viene sintiendo el oleaje de un entusiasmo incontenible que ya se vislumbraba a la distancia de más de un año. En todas partes se habla de lo que está sucediendo en Puebla. Sentimos la mirada de miles de visitantes, sentimos la mirada del México todo…”.
El Álbum Centenario 5 de Mayo 1862-1962, editado tras los festejos, es elocuente: las celebraciones incluyeron “más de cien obras de servicio colectivo, como el mejor homenaje a nuestros héroes”. 1962 fue para Puebla, la oportunidad de lucimiento colectivo a través de una gran celebración que tuvo actos festivos durante todo el año.
Oficialmente, las celebraciones centenarias comenzaron el 1 de enero de ese año. A las doce horas de aquel día, tuvo lugar una sesión pública solemne del Cabildo en el que se decretó 1962 como el Año de Zaragoza y del Primer Centenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, el nombre de Zaragoza fue develado en letras de oro, se guardó un minuto de silencio en honor de Miguel Negrete y se montó una guardia de honor “ante la insignia patria”.
Los días no estuvieron exentos del ambiente festivo. Por diferentes puntos de la ciudad –constata el Programa de los festejos –, se llevaron a cabo actividades. conciertos, congresos, ciclos de conferencias (en los que participaron personajes como Agustín Yáñez, Salvador Azuela o Daniel Cosío Villegas), desfiles y exposiciones, incluso actividades deportivas como un campeonato internacional de esgrima y un juego de futbol entre el Atlante y la Universidad de Chile.
Mientras estos actos se realizaban, sin que un solo día se detuviera la actividad, la promoción gubernamental tampoco se detenía. Dos producciones cinematográficas de la época dan cuenta de ello. Narradas por la enfática voz de Pedro Ferriz y realizadas por Producciones Cinematográficas Vélez, las cintas de apenas quince minutos cada una, muestran el salto que Puebla estaba dando a la modernidad.
“Viajar por la Súper Carretera que liga a México con Puebla es disfrutar de todo lo que el confort moderno ha logrado en materia de comunicaciones”, señalaba el narrador. Después de enaltecer las bondades de la nueva vía, el documento fílmico hace un recorrido por diferentes regiones del estado y enumera las obras públicas construidas en esos años: escuelas, centros de salud y estaciones potabilizadoras de agua, habían llegado con el centenario de la Batalla de Puebla.
No en balde serían los alumnos de las escuelas de educación pública quienes protagonizaron dos actos previo al 5 de mayo: uno el desfile del 29 de abril, otro el festival en el estadio Ignacio Zaragoza el 4 de mayo, donde se ofrecieron cuadros artísticos como Se alfabetiza el pueblo o La niñez promisora y la fiesta del Pueblo.
Días antes –el 27 de abril– habían llegado a la Universidad Autónoma de Puebla, puñados de tierra transportados a trote por estudiantes poblanos desde los lugares de nacimiento de los héroes Miguel Negrete, Porfirio Díaz, Benito Juárez y Zaragoza.
El gran festejo
Horas antes de llegar a la ciudad de Puebla la mañana del 5 de mayo de 1962, Adolfo López Mateos arrancó la conmemoración Nacional del Centenario de la Batalla del 5 de Mayo en la Ciudad de México. El mandatario cortó el listón que de manera simbólica inauguró la Calzada General Ignacio Zaragoza –antes conocida sólo como Calzada México-Puebla– y develó la estatua ecuestre del militar, elaborada por el escultor Ignacio Asúnsolo.
Junto con su comitiva, López Mateos emprendió después el viaje a la Angelópolis. El primer acto oficial en la ciudad estaba programado a las ocho de la mañana y consistiría en la inauguración de la Súper Carretera México-Puebla que sustituiría el antiguo camino establecido desde 1927. En San Martín Texmelucan, el vehículo presidencial hizo un alto y el presidente –rodeado de pobladores y “centenares de escolares”– efectuó el primer pago de cuota de 25 pesos.
En el entronque de la nueva autopista con Puebla, López Mateos realizó la inauguración simbólica de la carretera que había representado una inversión de 235 millones de pesos y reducía de 350 a sólo 74 curvas en el trayecto. También sería inaugurado en ese sitio el monumento conmemorativo del centenario: una mole de 23 metros en cuyo interior se construyó un altar a la libertad y el exterior se esculpió la historia de las libertades mexicanas.
A las 10 horas, “el gran Presidente” como se consignó en El Álbum Centenario, tomó Jura de Bandera a los integrantes del Ejército mexicano y una hora más tarde inauguró el Centro Cívico 5 de Mayo que comprendía un auditorio, una plaza de banderas, una escuela de artesanía, un Museo de Historia, un salón de exposiciones y el monumento A la Victoria de la Batalla del 5 de Mayo de 1862.
A las 12 horas, justo a la hora que la batalla había iniciado, un cañonazo cimbró en el cielo y dio inicio El Brillante Desfile Militar del Centenario. Las campanas de los templos de la ciudad y los silbatos de las fábricas sonaron a las cuatro de la tarde, hora registrada como el término de la batalla. Más tarde se inauguró el Museo de los Fuertes, la Feria Exposición Nacional Conmemorativa de la Batalla del 5 de Mayo y el nuevo pavimento y mejoras de la Plaza de la Constitución.
A partir de las siete de la noche, la fiesta continuó con una verbena popular, se realizó un combate de flores y presentaciones de bandas militares. A las diez de la noche en la Fuente de San Miguel se llevó a cabo la quema de fuegos artificiales.
Espectáculo nocturno
A diferencia de hace medio siglo, los festejos por el 150 aniversario de la Batalla de Puebla se han concentrado en los meses de abril y mayo. Además de la parada militar, también se efectuará un espectáculo nocturno organizado por la empresa estadunidense Five Currents, quien realizó la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, por el que cobrará 162 millones 400 mil pesos.
El costo total de la fiesta asciende a dos mil 121 millones de pesos en obras de infraestructura y actividades. El festejo incluye una representación de la Batalla de Puebla, la inauguración de varias obras públicas, incluida la vialidad que va de la Súper de Orizaba al centro de Puebla, la apertura del Hospital de Tecamachalco y una verbena popular en el cerro de Loreto y Guadalupe.
Además de la actividad cultural y artística del Festival Internacional 5 de Mayo que organiza el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, se realizarán conciertos como el que ofrecerá Alondra de la Parra y otras actividades como un show sobre hielo.
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