El pasado jueves 6 de septiembre de 2012 se cumplieron 50 años de la fecha en que el H. XLI Congreso del estado libre y soberano de Puebla emitiera el “Decreto por el cual se suprimen los municipios de San Jerónimo Caleras, San Felipe Hueyotlipan, San Miguel Canoa, La Resurrección y Totimehuacán, los que se anexan al municipio de Puebla”.
El Decreto es aprobado por el H. XLI Congreso del estado el jueves 6 de septiembre de 1962 lo firman el diputado presidente Hermilo Amador Ortiz y los diputados secretarios, licenciado Aureliano Cortés Zayas y Alfonso Valderrama González. Cerca de dos meses después, el martes 30 de octubre del mismo año (en una semana se cumplen 50 años), aparece publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado libre y soberano de Puebla, rubricado por Fausto Manuel Ortega Olazo, gobernador Constitucional del estado, y por el licenciado Alfonso Vélez López, secretario general de Gobierno2.
Fue un acto de autoritarismo en su máxima expresión, –clásico de los regímenes autoritarios priistas de la época, y donde no había espacios mínimos para la democracia– que se sustentó en una serie de consideraciones que sólo fueron parte de la retórica de un gobierno que hacia lo que se le venía en gana, sin esperar que los objetivos legislativos propuestos pudieran alcanzarse en el mediano y largo plazo. Así, en el “Decreto” se apuntan los siguientes “Considerandos”:
1. “Que la región en que se ubica el municipio de Puebla no puede permanecer al margen del progreso notorio que se observa en todo nuestro país, y que el crecimiento demográfico de la capital del estado requiere la creación constante de nuevas fuentes de trabajo que propicien, para sus habitantes, mejores niveles de vida”.
2. “Que los actuales límites del municipio de Puebla le asignan un área insuficiente e inadecuadamente distribuida para el funcionamiento y crecimiento organizado de la ciudad, en perjuicio de la eficaz operación y administración de los servicios públicos elementales”.
3. “Que el gobierno federal ha efectuado en los últimos tiempos importantes erogaciones en obras públicas en beneficio colectivo, entre otras, la autopista ‘Cinco de Mayo’, el gasoducto, disponibilidad de energía eléctrica, que impulsarán, si se aprovechan oportuna y debidamente, la diversificación y desarrollo de la industria y del comercio poblanos”.
4. “Que lo expuesto en el considerando anterior requiere indudablemente un planeamiento adecuado de las áreas disponibles y de la prestación de servicios públicos que en la actualidad no es posible por la existencia de municipios cuyos territorios se encuentran dentro de la periferia del de Puebla y de otros limítrofes, pero que necesariamente son beneficiarios permanentes y se incluyen en la zona de influencia de los servicios públicos que presta la capital del estado, lo que plantea muy serios problemas en la dotación, administración y distribución de dichos servicios e inequitativas situaciones respecto de la tributación municipal”.
5. “Que importantes recursos hidráulicos en explotación para el abastecimiento de agua potable de la ciudad se obtienen dentro de las áreas de municipios limítrofes, que el de Puebla no puede preservar e incrementar para atender en el futuro el crecimiento demográfico e industrial de la capital de estado”.
Estos son los considerandos con los que se pretendió justificar la desaparición de cinco pueblos originarios, que en el largo recorrido de los tiempos habían mantenido distintas relaciones políticas, religiosas, militares y culturales. El gobernador Fausto M. Ortega y los integrantes de la XLI Legislatura del Congreso de estado no tomaron en cuenta la importancia de estos pueblos originarios, en realidad no les importo la distribución geopolítica relevante de los pueblos que tributaban a Chollolan y a Totimehuacán por más de mil años (en el siguiente párrafo se hará referencia a ello).
El “Decreto” se expidió por parte del Congreso el jueves 6 de septiembre de 1962, apareció publicado en el Periódico Oficial el martes 30 de octubre de 1962, y en su “Artículo Primero” Transitorio dispone que el Decreto “(…) surtirá sus efectos a partir del día 15 de febrero de 1963”3.
Los diputados integrantes de la XLI legislatura, encargados de dicho acto autoritario, obedecieron las órdenes de Fausto M. Ortega, y con toda seguridad con el aval del presidente de la República Adolfo López Mateos, pues el presidente estaba enterado de lo que se pretendía hacer por parte del gobierno estatal, basta recordar que Adolfo López Mateos había estado en la ciudad de Puebla el 5 de mayo de 1962, para conmemorar el Centenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862. Los diputados de la XLI Legislatura que consumaron el despojo a los cinco Municipios fueron: 1) Distrito 1° Puebla, Juan Escalante Martínez, 2) Distrito 2° Puebla, Melquiades Trejo Hernández, 3) Distrito 3° Huejotzingo, Rigoberto González Flores, 4) Distrito 4° Atlixco, Virginio Ayaquica Nava, 5) Distrito 5° Tepeaca, Lic. Aureliano Cortés Zayas, 6) Distrito 6° Matamoros, Prisciliano Ruíz Flores, 7) Distrito 7° Tecamachalco, dr. Raúl Guzmán Santos, 8) Distrito 8° Acatlán, Profesor Carlos Gaspar Navarro, 9) Distrito 9° Tehuacán, Florencio Aranda Velázquez, 10) Distrito 10° Ciudad Serdán, Alfonso Valderrama González, 11) Distrito 11° Zacapoaxtla, Lic. Francisco Landero Álamo, 12) Distrito 12° Tetela, Ranulfo Reyes González, 13) Distrito 13° Teziutlán, Luis Audirac Gálvez, 14) Distrito 14° Zacatlán, Lic. Jorge Rubén Huerta Pérez, y 15) Distrito 15° Huauchinango, Hermilo Amador Ortiz, estos fueron los personajes que pasaron a la historia por su trabajo “eficiente” a las mejores causas del señor gobernador Fausto M. Ortega, sin que mediara ningún proceso democrático que permitiera tomar la decisión de desaparecer cinco municipios de un plumazo. El Poder Legislativo, trabajando para el ejecutivo, ¿han cambiado las cosas en esta ya segunda década del siglo XXI?
Los pueblos originarios antes de la fundación de la Puebla de los Ángeles (16 de abril de 1531).
Hasta antes de la caída de México–Tenochtitlán a manos de Hernán Cortés (13 de agosto de 1521), los dos Señoríos que controlaban la región de lo que es hoy el municipio de Puebla de Zaragoza, eran Chollolan y Totimehuacán. Al Señorío milenario de Chollolan pertenecían los pueblos de: 1) Citlaltépec (más tarde “Pueblo Nuevo” y actualmente la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas, 2) Hueyotlipan (junta auxiliar de San Felipe Hueyotlipan), 3) Xochimehuacán (junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán), 4) Tlaxicuic (Junta Auxiliar de San Sebastián de Aparicio), 5) Tepetitla (junta auxiliar de La Resurrección) y 6) Xonacatepec (junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, 7) Canoas del Monte (Junta Auxiliar de San Miguel Canoa), 8) Caleras (San Jerónimo Doctor / San Jerónimo Caleras). Estos pueblos originarios eran tributarios de la Gran Chollolan y se hacía cargo de vigilar la frontera con Tlaxcala, destinaban guerreros bien entrenados para enfrentar la posible llegada de pueblos invasores, como los mixtecos y popolocas. Al pueblo de, 9) Totimehuacán (junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán) pertenecían los pueblos de: 10) Chautla (junta auxiliar de Santo Tomás Chautla); 11) Zacachimalpa (junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa); 12) Tetela (junta auxiliar de San Baltazar Tetela); 13) Tecola (junta auxiliar de Santa María Guadalupe Tecola) y 14) Azumiatla (junta auxiliar de San Andrés Azumiatla. Estos eran los pueblos que a lo largo del segundo milenio, se encontraban asentados en la región del hoy municipio de Puebla de Zaragoza.
Los otros pueblos se erigen ante la necesidad de crear espacios para asentar a los pobladores “extranjeros” que ayudaran a construir la ciudad de los Ángeles y más tarde la Puebla de los Ángeles, es el caso de: 15) San Baltazar Campeche, lugar donde se les permitió asentarse a los tlaxcaltecas que había llegado a la ciudad de Puebla para construir casas y obras de la recién fundada ciudad, Los tlaxcaltecas se instalaron en la “Colina de Xilotzingo” (lugar de Jilotes o maíz tierno), colina que limitaba con el Río Almoloya, dicho lugar pertenecía a Totimehuacán por lo que se tuvo que pedir permiso a las autoridades de dicha población; 16) Ignacio Zaragoza, es de las poblaciones que se crean ya en el siglo XX. Oficialmente es el 5 de mayo de 1944 cuando el general Manuel Ávila Camacho, presidente de la República, y el dr. Gonzalo Bautista Castillo, gobernador del estado, inauguran las oficinas de la presidencia municipal. Antes de 1944, el lugar estaba poblado por migrantes de Totimehuacán, ya que los terrenos eran propiedad de varias familias provenientes de la cabecera, donde sobresalían los de apellido Castillo y Corona. En el periodo de su fundación la junta auxiliar de Ignacio Zaragoza perteneció al municipio de Totimehuacán y 17) La Libertad, también es una de las poblaciones que se erigió ya en el siglo XX. Se dice que “Veinte obreros, se posesionaron de los terrenos áridos de la ex ‘Hacienda de Santo Domingo’, propiedad de Fernando Benítez, el 12 de diciembre de 1921; poniéndole por nombre ‘El Cuescomate’”4. La población fue agregada al municipio de Puebla el 11 de marzo de 1943. Estos son los 17 pueblos que a 2012 son Juntas Auxiliares del municipio de Puebla de Zaragoza.
La historia registra también las colindancias y linderos de cada una de estas poblaciones. En la Historia Tolteca–Chichimeca se muestran conflictos entre los totomiuaque y los cuautinchantlaque por linderos durante los siglos XIII, XIV y XV, todo esto antes de la llegada de los españoles. La historia del pueblo de los totomiuaque, esta vinculada a las profundas relaciones políticas, comerciales y culturales con la propia Chollolan y los pueblos asentados alrededor del amplio territorio del majestuoso pueblo adorador del Gran Señor Quetzalcóatl, “Cholula, es sin duda uno de los lugares con mayor tiempo de ocupación humana que se remonta desde por lo menos al año 1700 a.C. hasta nuestros días, razón por la cual siempre influyó en sitios de menor importancia en lo que es hoy el espacio geográfico de la ciudad. En el sur de Tlaxcala se ubica Cacaxtla, íntimamente relacionada con Cholula, la costa del Golfo y el sureste de México”5.
Desde el año 650 d.C. la esplendorosa Chollolan y sus pueblos tributarios se encontraban habitados por Olmeca–Xicalanca, estos pueblos habían alcanzado un nivel de desarrollo cultural y civilizatorio avanzado. Los Olmeca–Xicalanca asentados en Chiquihuitépec (Cerro del “Chiquihuite” en el hoy Totimehuacán), formaban parte de los pueblos cercanos a Chollolan. Román Piña Chan recuperando al Códice Matritense, escribe: “estos olmeca–uixtotin eran sabios, hechiceros, nahuales; guardaba sus tradiciones; llevaban consigo la hechicería y tenían varias formas de adivinación”6. La relación Chollolan y los pueblos ya descritos (hoy juntas auxiliares) continúa con la conquista de la Gran Chollolan por parte de los Tolteca–Chichimecas –con la ayuda de los pueblos de “Las Siete Tribus de las Siete Cuevas” llegadas de Chicomóztoc (La Cueva Madre) en 1173–1175. Ahora las Siete tribus se asentaran en territorios que hasta antes pertenecían a los Olmeca–Xicalanca, iniciándose una nueva fase de la historia de estos pueblos en la larga duración de los tiempos.
De allí procede Totimehuacán, y los pueblos descritos en el documento Historia Tolteca–Chichimeca7escrito por un tlahcuilo de Quauhtinchan en fecha tentativa de 1540–1557. Allí se describe la importancia de los pueblos originarios salidos de ese lugar mítico llamado Chicomoztoc.
En el “Decreto” del 6 de septiembre de 1962, no hubo ninguna consideración histórica, no se tomo en cuenta ninguna aportación cultural, no hubo ningún sustento de la geopolítica de los pueblos a lo largo del segundo milenio, sólo hubo consideraciones políticas, que evaluándolas a cincuenta años sólo puede reducirse a una palabra: fracaso en los objetivos deseados. No existió ninguna mejoría para los pueblos que se convirtieron en juntas auxiliares, y se fue acrecentando la pobreza en la periferia, el crecimiento desmedido de colonias y fraccionamientos sin planeación, ¿donde está “(…) el planeamiento adecuado de las áreas disponibles y de la prestación de servicios públicos” que ofreció el “Decreto”? Actualmente el municipio de Puebla de Zaragoza, es el más poblado a nivel nacional, tiene una población de 1 millón 834 mil 830 habitantes, con una población pobre de 732 mil 154, por lo que se le considera el municipio número 1 en pobreza a nivel de la Nación8. ¿Ese es el progreso que ofrece un sistema que por donde se le vea sólo malos resultados presenta? Es necesario recordar a Blas Pascal: “Todo lo que surge por el progreso, perece por el propio progreso”.
1Posnahua totomiuaque, originario y descendiente de los tiaxca totomiuaque. Profesor–investigador en el postgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP. Correo electrónico:heron.garcia@correo.buap.mx
2Periódico Oficial, Órgano del Gobierno Constitucional del Estado Libre y Soberano de Puebla, Suplemento número 1, Tomo CLXXXIX, número 35, H. Puebla de Zaragoza, martes 30 de octubre de 1962, pp. 1–3.
3Ibid., p. 3.
4Carrillo Vivas, Gonzalo (1993), Reseña monográfica de la Juntas Auxiliares del Municipio de Puebla, H. ayuntamiento del municipio de Puebla 1993–1996, Puebla, México, p. 72
5 García Moll, Roberto (1994), La antigüedad de Puebla, en García Cantú, Gastón (1994), Lecturas de Puebla, Tomo I, Gobierno del Estado de Puebla / Fondo de Cultura Económica, Puebla, México, p. 21.
6 Piña Chan, Román (1998), Cacaxtla. Fuentes históricas y pinturas, Fondo de Cultura Económica, México, p. 37.
7Kirchhoff, Paul; Lina Odena Güemes y Luis Reyes García (1989), Historia Tolteca–Chichimeca, CIESAS / Fondo de Cultura Económica / Gobierno del Estado de Puebla, México
8Medición de la pobreza en los municipios de México, 2010, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), México, diciembre de 2011 www.conevla.gob.mx.