¡Y mis Aguacates?????...

La angustiada mujer le dice al médico: “¡Doctor, tengo ya 14 hijos! ¿Cómo puedo detener a la cigüeña?”. Recomienda el facultativo: “Dígale a su esposo que dispare en el aire”. (No le entendí)... El oficial de tránsito vio un automóvil detenido a la orilla de un camino apartado. En el interior se hallaba una pareja. Va el oficial y le pregunta al hombre: “¿Se le descompuso, señor?”. “No -responde el tipo-. Lo que pasa es que estoy algo nervioso”. (Tampoco lo entendi)...


Muchos vulgarismos hay en México para designar a los testículos del hombre. Uno de los que se usa más es “aguacates”. Pensamos que a los testículos se les llama así, “aguacates”, por la remota semejanza que tienen con el fruto. Error muy grande. La cosa es al revés: el aguacate se llama así por la semejanza que tiene con los testes, que así también -y dídimos, y escroto, y compañones- se llaman los testículos.

En efecto, en náhuatl la palabra “ahuacatl” significa precisamente eso: testículo. Los aztecas tenían una planta, el aguacapatle, que usaban para un doble propósito: aliviar el dolor de los testículos y hacer concebir a las mujeres. Nuestros antepasados comían aguacate en abundancia, pues suponían que favorece la producción de semen. Atribuían al hueso notables propiedades afrodisíacas. Independientemente de eso, el fruto es muy sabroso.

Uno de sus nombres latinos es “Persea Gratíssima”. Entre las muchas cosas que México ha regalado al mundo se encuentra el rico guacamole, que ahora, en incontables variaciones, se sirve como manjar en numerosos países, y que en el nuestro es obligado acompañante de tacos, gorditas, enchiladas, peneques, sopes, tortas, garnachas, palomitas, pambazos, memelas, tlacoyos, quesadillas, chalupas, totopos, molotes, clayudas, burritos, tostadas, flautas, y otras delicias culinarias.

Traigo todo eso a colación porque ahora los productores mexicanos de aguacate afrontan la competencia de otros países de América del Sur, especialmente Chile, que también envían a los Estados Unidos su producción aguacatera. Eso ha hecho que disminuya el porcentaje del mercado que México tiene en el país del norte, ya que los competidores ofrecen ventajas que nuestros agricultores no pueden brindar al comprador, por sus elevados costos de producción. El Gobierno debe apoyar a los aguacateros mexicanos, para que no sufra mengua esa importante fuente de divisas. Estamos en la frontera misma del mayor cliente del mundo, y a veces no sabemos aprovechar esa ventaja por cuestiones meramente burocráticas que a los hombres del campo perjudican mucho. Decídanse las autoridades respectivas a apoyar la exportación de aguacates. Es cuestión de lo mismo...

Él y ella se bebieron en la habitación del hotel unas copas de más, y decidieron hacer un acto erótico salvaje y espectacular. Saldrían al corredor, desnudos. Cada uno se pondría en un extremo del pasillo, y correrían luego el uno hacia el otro hasta encontrarse en un abrazo pasional. Así lo hicieron. Pero la carrera fue tan desenfrenada y loca que los dos tropezaron al correr. Él cayó por la ventana, y desde el segundo piso vino al suelo, donde quedó molido y lacerado, sin poderse levantar.

Poco después pasó por ahí un botones del hotel. “¡Rápido! -le pidió el infeliz caído-. ¡Trae una sábana para cubrirme! ¡Los huéspedes del hotel me van a ver así!”. “No se preocupe, señor -lo tranquiliza el joven-. Todos están en el corredor del segundo piso viendo a una mujer sin ropa que se ensartó en la perilla de una puerta”...