Una alcaldesa con nada de luz, y mucha sombra...

En Puebla, en este trienio que esta por terminar, 8 mujeres ganaron las elecciones en sus respectivos municipios. Delia Paredes fue una de ellas. Se convirtió en la primera mujer en gobernar el municipio en la historia de éste. Tal vez sea muy pronto, pero tambien pasará a la historia como la peor Presidente municipal. En Tlaltenango casi nadie los llama alcalde a los presidentes, y a ella casi nadie la llamaria alcaldesa, pero es tambien seguro que ella le dio un nuevo significado a la palabra...

la pregunta es:

¿Qué sabor de boca nos dejó Delia Paredes como alcaldesa?

Para empezar, se le reprochan varias cosas:

Fue un trienio con muchos escándalos mediáticos.
(Televisa y TV azteca entraron a Tlaltenango por primera vez: por un asalto frustrado por habitantes de Teacalco, con un herido de bala, cuando querian linchar a unos asaltacasas, cuando tuvo problemas con el agua potable y cuando el Góber le mando las camaras para que se retractara de sus declaraciones de que el Gobierno estatal no le mandaba lana).


Tuvimos una alcaldesa nada mesurada, para nada.
(ante camaras declaro que Marin no la ayudaba para nada y por lo mismo, 3 dias despues le mando las camaras de televisa para que se retractara; dijo que los que reciben OPORTUNIDADES son unos guevones).

Sonriente?, Nada.

Cautivadora para las cámaras, NADA.

Simpática?, nada.

Sin presencia, una imagen acabada, timida, ambigua, que no dominó el micrófono, la plaza o la tribuna donde se paraba: su oratoria no fue ni clara, ni contundente.

Delia Paredes en un acto oficial: tanto ella como su ayuntamiento no tenia el minimo respeto por la etiqueta y el protocolo...

Ignoró todas flechas dirigidas hacia ella provenientes de sus gobernados.

Jamás se llevó bien ni con el ahora exgobernador Mario Marín ni con su delfín perdedor, Javier López Zavala, y aun así, debido al caso Lydia Cacho, Marin apoyó al ayuntamiento con obra publica y 4 visitas en los ultimos 3 años, y aún así Delia Paredes no levanto y tampoco trató de moverse con sus propios medios.

Su nivel de popularidad cayó como plomo.

Ganó la alcaldía porque la maquinaria priista sigue bien aceitada, y aceptó la candidatura que le ofreció su comité aún sabiendo los motivos: el PRI creyó que iba a perder.

(un mes antes de la eleccion, Marin envio a sus sabuesos a comprar votos, por medio de la intimidación, uno de ellos, el director de la zona sanitaria 5 en huejotzingo y 2 funcionarios más del gobierno estatal, en esta reunion, uno de ellos dijo: "ya les dije a los pendejos que hubieran puesto a Luis, esta pinche vieja nos va a costar", aun así, trataron de intimidar a la oposicion... la verdad no se si funciono, o no).

No contaban con la estrella de Delia Paredes: logró remontar la desventaja por medio de los movimientos del Gobierno de Marin y los 95,000 pesos que gasto su esposo en la campaña.

Sin embargo, desde que puso el primer pie en el Palacio Municipal, Delia tuvo que doblegarse, tal vez demasiado: cedió espacios de control vital para una administración municipal al marinismo, error que pagó muy caro para el resto de su gobierno. (le mandaron 3 asesores "aviadores"... o ya no se acuerdan que cuando querian hablar con ella los recibia la asesora?)

Desde el primer informe de gobierno, Delia ya no pudo fingir para la foto y desde ese foro quedó evidenciado su falta de trabajo y compromiso.

El apoyo económico del estado se minimizó, y no se compartió los logros ni las cámaras ni los reconocimientos, Delia mostraba los malos manejos en su administración.

Mientras, el fuego amigo en el municipio fue el peor enemigo que tuvo que combatir Delia: el ineficiente secretario Israel, el director del DIF, su esposo Ramón, los líderes de su partido y casi todos los regidores, el síndico municipal  con que siempre hizo corto circuito.

Existia un grupo de 4 que eran quienes parecia la controlaron por un tiempo: Felipa, Conrado, Israel y Marcial.

Políticamente, aunque su nombre fue incluido en eventos de nivel local con presidentes y directores del DIF distrital, Delia fue minimizada en su propio distrito, ignorada, varias veces se dio a conocer porque "se dormia en las reuniones".

Fue entonces cuando los tropiezos continuaron.

Que jamás se corregieron.

Delia tomó la decisión de No hacer obra pública importante.

Falta de dinero? en realidad no, mas bien falta de programacion: su Nomina era casi 80% mas grande que la de la administracion anterior.

Tenia el respaldo del gobernador,  ausencia de un eficiente director de Obras Públicas, en fin.

Y concentró sus esfuerzo en hacer guarniciones y banquetas. Nada más.

Crasso error.

De ahí la sensación del tlaltenanguense en general de que en esta administración "no se hizo nada".

Delia ignoró los temas más importantes: la modernización del sistema de alumbrado público quedó en el olvido, fueron inexistentes los programas de apoyo a las escuelas, lasa calles del municipio lucen desoladas: espantosos, no hubo el mantenimiento básico de las principales calles del municipio, el problema de la seguridad lo tendrá que solucionar el próximo alcalde y la obra pública en general fue más que deficiente.

Cuauhtemoc Crespo pudo hacer 10 calles en sus tres años...

apoyo al campo con semillas, fertilizante y tubería...

¿Porqué Delia no pudo hacer lo mismo?

Pero la peor equivocación de Delia fue su falta de congruencia en sus propuestas de gobierno: ni siquiera intento cumplir ni una de sus propuestas.

Ahora bien, ¿cuál es el futuro de Delia?

Incierto.

Se dice que se va a vivir a Puebla.

Que tal vez pise la carcel.

o tal vez no, si le alcanza su propiedad de Veracruz para pagar las multas.

En Tlaltenango  nos quedamos con las ganas de más.

Lamentablemente, el mejor momento político de Delia ya pasó: lo dejó pasar.

Ahí está de muestra su desangelado tercer informe: la ausencia de resultados tangibles, aunque en privado podra decir a su partido: a pesar de su mal trabajo el PRI volvio a ganar las elecciones.

Alejarse por un tiempo del escenario político sería bueno, para después volver con más fuerza, esa parece ser la estrategia.

Esta fue la fotografía de la primera alcaldesa de Tlaltenango.

Y como toda imagen, está creada con luces y sombras.   pero la luz, faltó, y mucho....

La presidencia de Delia, una que queremos olvidar pues se gestó, movió y terminó gris, oscura, en sombra...