Nadie, con un mínimo de sensatez y sentido común, puede cuestionar el espíritu de reconciliación nacional al que convoca el poeta, muchos nos solidarizamos con su movimiento... Pero cuando Lopez Obrador le arrebató el liderazgo de su movimiento, muchos, incluyendome, rechazamos su movimiento desde que se politizó.
Ricardo Alemán
Nadie, en su sano juicio, podría estar en contra de los argumentos centrales de la movilización “por la paz, con justicia y dignidad”, que promovió y encabezó Javier Sicilia.
Nadie, con un mínimo de sensatez y sentido común, puede cuestionar el espíritu de reconciliación nacional al que convoca el poeta Sicilia y nadie, con elemental sentido humanitario y responsabilidad social, puede estar en contra de una caravana que recorrió el país para darle voz y esperanza a los familiares de las víctimas producto del crimen y la violencia.
Pero resulta que muchos de los que, como pirañas, se apiñaron en torno al movimiento de Javier Sicilia, no sólo carecen de sensatez, sentido común y responsabilidad social, sino que en su impúdica lucha por el poder le arrebataron el movimiento a su creador, engañaron al propio Sicilia y a su grupo cercano y mintieron a la sociedad toda, al convertir la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, en un vulgar movimiento político de venganza contra el gobierno de Felipe Calderón. ¿Venganza, por qué? Porque sus promotores son los mismos que, junto con AMLO, perdieron el poder en julio de 2006, los mismos sembradores de odio, los mismos que inventaron la calumnia del alcoholismo de Calderón. Y, si tienen dudas, van las pruebas.
Resulta que el viernes pasado, en la fronteriza Ciudad Juárez, cuando debió ser leído el documento de nueve puntos que resumen las demandas de los participantes en la caravana, por una extraña razón, el movimiento No Más Sangre presentó como resolutivo de la Caravana sus propias conclusiones, contenidas en la relatoría de una de las mesas de trabajo. Vale recordar que No Más Sangre lleva meses recabando firmas para pedir juicio político contra Felipe Calderón, y que ese grupo lo financian AMLO y su claque.
¿Y qué fue lo que leyeron? Lo siguiente: “La caravana por la paz, con justicia y dignidad, se pronuncia por el fin de la estrategia de guerra del gobierno federal, el regreso inmediato del Ejército a sus cuarteles, la no aprobación a una reforma a la Ley de Seguridad Nacional, cancelación de la Iniciativa Mérida, juicio político contra Felipe Calderón, Genaro García Luna y Javier Lozano…” y hasta “un aumento salarial de emergencia”.
Pocos se percataron de que, cuando era leído ese texto, Javier Sicilia y otros de sus colaboradores cercanos enfurecieron, alarmados intentaron parar la lectura, algunos abandonaron el templete y, al final, todo quedó en un enojo evidente, pero nada más. ¿Qué había pasado? Poca cosa: habían engañado a Sicilia. El sábado, todos los medios reportaron que la Caravana por la Paz había propuesto el regreso inmediato del Ejército a sus cuarteles y juicio político contra Felipe Calderón y Genaro García Luna.
Nadie aclaró que, como ya se dijo, debido al manipuleo del grupo No más Sangre, que se apoderó del movimiento de Sicilia —grupo que mantiene fuertes vínculos con medios como Proceso y La Jornada—, había engañado a todos al presentar su agenda de meses, el “Juicio político contra Felipe Calderón y contra Genaro García Luna”, como demanda de la Caravana. Por eso vale la pregunta: ¿Por qué tanto interés en esas demandas? Porque son parte de la venganza de AMLO contra Calderón y serán parte central de su campaña presidencial.
¿Y dónde quedó Sicilia? Pues nada, fue chamaqueado. Acaso por eso, el sábado 11 de junio, Sicilia y Emilio Álvarez Icaza convocaron a conferencia de prensa —en El Paso, Texas—, en donde reconocieron que la lectura del documento ficticio “fue un error que ha causado escozor”. Los periodistas le preguntaron a Sicilia por qué no aclaró la confusión y sólo acertó a decir que “no era prudente, para no enturbiar el acto”.
Lo importante de la conferencia es que Sicilia reconoció la existencia de una confusión; se dijo, “no sólo enojado, sino encabronado” por “la terrible confusión”, y rechazó que la Caravana con Justicia y Dignidad haya pedido el regreso inmediato del Ejército a sus cuarteles: “No somos tan irresponsables”, dijo. Pero, además, negó que la caravana haya pedido juicio político contra Felipe Calderón y Genaro García Luna.
Al final le preguntaron si ganaron los duros, si la Caravana fue secuestrada por intereses políticos. “No sé, no es eso, fue un error, una lectura de una relatoría de las mesas, pero lo único que vale es el acuerdo que ya habíamos firmado el 8 de mayo en el Zócalo de la Ciudad de México”.
¿Pero, qué creen? Que salvo el diario Milenio, ningún otro medio publicó la aclaración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario