Diputados violan sus propias leyes en Puebla

Por: Violeta Lagunes
Directora Acento Veintiuno Puebla

Puebla, Pue.- Momentos antes de la Apertura del Primer Periodo Ordinario de Sesiones de la LVIII Legislatura, se empezó a ver mucho movimiento alrededor del Edificio donde sesionan sus legisladores, especialmente de los diputados de la alianza Puebla Avanza, quienes fieles a su estilo, pretendiendo creer ellos mismos que todo sigue igual, celebraron su reunión previa, en el Hotel Camino Real, con “guaruras incluidos”; piensan dar una batalla fuerte a quienes ven como sus adversarios, ven “novatez” y división en el equipo contrario, sobrevaloran sus potencialidades, sólo olvidan una cosa: los diputados rescatables que tienen están siendo marginados por ellos mismos.



Compromiso por Puebla, por su parte, sabe bien que no la tiene fácil, las participaciones de los Diputados José Juan Espinoza y Héctor Alonso, sólo corroboraron o que ya sabían, no sorprendieron a nadie, así los vieron actuar en la Precampaña, así lo hicieron en Campaña, así lo harán ahora siendo legisladores, y si bien Mario Riestra, coordinador de la bancada panista, demostró que pierde el control con facilidad, su partido había previsto esa debilidad, por ese tiene a su lado a dos de sus compañeros, el experimentado legislador Juan Carlos Espina y Jesús Zaldivar, éste último le ayuda a actuar con prudencia, mientras el primero de los mencionados, con más colmillo, lo asesora.

Pero ¿qué es realmente lo que pasó el sábado en el Congreso del Estado?

En una sesión que inició como “solemne”, se admitieron no una, varias intervenciones e interpelaciones por parte de los legisladores, a pesar de que así lo prohíbe el artículo 90 del Reglamento Interno del Congreso del Estado, y que adicionalmente así lo corroboró el personal administrativo y jurídico del Congreso. Pero me queda claro que muchos diputados no leyeron este precepto legal, pues a pesar de que éste establece entre otras obligaciones, la de cantar el Himno del Estado, la mayoría lo hizo agachando su cabeza para leer el texto, ¿que no sabrán que la propia letra del Himno empieza ordenando levantar la cara para que sus notas se eleven?: “¡Compatriotas un Himno entonemos, con mil notas que lleguen al cielo!” … Ahora entiendo porque Puebla es de los pocos estados que no tiene una ley que regule la creación y el respeto que debe tenerse a su himno.

Por su parte, el artículo 89 establece el Orden del Día al que se debe ajustar una sesión solemne, y en este caso, las intervenciones dejaron de lado el “Informe de Gobierno” (porque tampoco fue informe sino una cartita de buenas intenciones), para tocar asuntos no incluidos en la misma.

Y ya convertida una sesión solemne en ordinaria, nuestros legisladores se limitaron a criticar una y otra vez las disposiciones que permiten que el Gobernador en turno evada su responsabilidad de informar a los legisladores el cumplimiento de sus obligaciones, y solo un diputado se comprometió a trabajar sobre este tema y presentar la iniciativa correspondiente: el diputado Juan Carlos Espina.

En la sesión “solemne-ordinaria”, los diputados hablaron de muchas cosas, pero hubo una omisión, y a veces las omisiones hablan más que mil palabras: Nadie, absolutamente nadie, defendió a Mario Plutarco Marín Torres, a pesar de todas las críticas realizadas a él y a sus colaboradores, uno de ellos ahí presente, Valentín Meneses, ningún legislador de su partido defendió la Administración del todavía Gobernador de Puebla; éste sábado, su grupo político lo abandonó, como ya lo había hecho la anterior legislatura antes de despedirse entre mariachis… ¡perdón por el pleonasmo!

En la sesión “solemne ordinaria”, se violó un acuerdo parlamentario, consistente en que el Diputado Zeferino Martínez, en representación de todos los grupos parlamentarios, diera un posicionamente respecto al último Informe de Gobierno de Mario Marín, un pacto al que el legislador José Juan Espinoza le llamó “acuerdo cupular”, señalando que él no iba a dar la espalda a la población, que él no iba a hacer acuerdos de ese tipo, señalando que el pueblo estaba harto del gobierno que se va en unos días y que no les iba a dar la espalda.

Solo una cosa, olvidó nuestro diputado que ni él, ni nadie, detentan la representación de todas las poblanas y los poblanos, que a casi al 40% de los electores en potencia no le interesa quien gane o pierda una elección, que el 26% de los electores votaron por la continuidad del poder, y que es a los que ganaron a quienes corresponde trabajar bien para convencerlos de que el cambio fue benéfico para Puebla, por suerte, sus restantes compañeros de alianza dan muestra de que conocen esta realidad, y dan muestra de que independientemente de las filias y fobias que puedan tener contra el Gobernador actual, por cierto, padrino de boda del propio legislador José Juan.

A pesar de que se violó el pacto entre partidos, el PRD, el PT y el Verde Ecologista, actuaron con prudencia, tenían claro que se encontraban en una sesión solemne, que habría muchas sesiones más para discutir, lo mismo puede decirse de las legisladoras de todos los partidos políticos a quienes me permito felicitar por este hecho, pues entre ellas observo a muchas guerreras, que saben escoger sus guerras y que saben que este no era el momento para una de ellas.

El PAN, en la voz de Juan Carlos Espina, sintió la necesidad de hacer notar que no era el PAN quien rompía el acuerdo y que reprobaba las expresiones de sus compañeros de alianza, su coordinador quiso hacer lo propio, pero perdió el control y terminó uniéndose al grupo de los que atacaron al Gobernador Mario Marín en una sola frase, al expresar que con la falta de informe, el Gobernador “salió por la puerta de atrás”, lo que motivó una mueca, del diputado Espina.

En su sesión “solemne-ordinaria”, los legisladores una y otra vez criticaron su Ley Orgánica, pero la quebrantaron todo el tiempo.

Dieron inicio a ella 20 minutos después de la hora a la que fue convocada, violando con ello los artículos 17, fracción III, de su Ley Orgánica, y 2 de su Reglamento Interior, que les exige puntualidad.

Nuestros diputados quebrantaron el artículo 87 de su Reglamento Interior, porque 9 de ellos estuvieron atendiendo telefónicamente otras actividades, lo mismo que hizo una buena parte de los asistentes al Pleno en el espacio de Galerías, a pesar de que se lo prohíbe el artículo 207 del mismo ordenamiento legal.

El diputado José Juan Espinoza se burló de la actuación del diputado Mario Riestra, burlándose de él con frases irónicas, alzando la voz para darle órdenes, olvidando el respeto que debe tener a todos sus pares, especialmente cuando este es el coordinador de la bancada más grande del Congreso al que pertenece y su compañero en campaña y en el gobierno, vulnerando con sus palabras lo dispuesto en el artículo 17, fracción X, de la ley orgánica.

El mismo diputado José Juan Espinoza, se retiró de la sesión antes de que concluyera, violando con ello, varios preceptos legales, pero sobre todo el artículo 2 del Reglamento Interior.

Claro que el diputado Héctor Alonso, también violó el acuerdo parlamentario mencionado, pero varios de los asistentes le aplaudimos por su gran elocuencia, lo que no le perdonamos fue que haya quebrantado el artículo 188 del Reglamento Interior, ya que en sus subsecuentes participaciones no se puso de pie, y de esta formalidad del proceso sólo está excluido el Presidente, con algunas excepciones.

Y ya convertida una sesión solemne en ordinaria, el Presidente del Congreso Rafael Von Rasfeld, tenía dos caminos: el primero, admitir que se sometiera a votación la propuesta de modificación al Orden del Día que realizaran varios diputados del PRI, encabezados por el legislador José Luis Márquez, para que no contestara el informe del Gobernador del Estado, y con ello, mostrar debilidad; el segundo, violar nuevamente el Reglamento Interior, ésta vez en su artículo 92, para continuar con la lectura de su contestación.

Como pudimos notar, optó por violar nuevamente el Reglamento Interior, y fue lo mejor, ya que el PRI demostró que ignoraba el procedimiento a seguir para someter esta propuesta a votación del Pleno, y que se encuentra establecido en los artículos 33, 34, 36 y 37, fracción III de la Ley Orgánica, que prescriben que el Presidente, en sus resoluciones, estará subordinado al voto del Congreso, y el suyo, en todo caso, será como el de cualquier otro Diputado; que las resoluciones dictadas por el Presidente, podrán ser impugnadas por cualesquiera de los Diputados si al ser sometidas a consideración de la asamblea, es secundado el impugnante por cuando menos otros dos Diputados; que cuando el Presidente no cumpla con las disposiciones de la Ley, a moción de cualquier otro Legislador y con la aprobación de las dos terceras partes de los Diputados presentes, será substituido en sus funciones por el Vice-presidente, mientras persista el incidente que lo causó quien previa petición de un diputado, puede llamar al orden al Presidente, cuando no observe lo prescrito en esta Ley, inclusive consultar a la Cámara si se aprueba el llamado al orden, y si se vota por la afirmativa, puede exhortar al Presidente a ajustar sus procedimientos al llamamiento acordado, quien de no hacerlo, cesará en sus funciones por todo el periodo para el que fue electo, si así lo acuerda la Asamblea.

Por último, estaremos atentos de ver cómo se va a redactar el Acta de esta sesión, pues el artículo 39, fracciones III, ordena exponer en ellas una relación sucinta de todo cuanto ocurriere, sin apreciaciones o calificaciones de ningún género y una relación extractada de las discusiones y en términos del artículo 80 del Reglamento Interno, debe darse lectura a dicha acta en la siguiente sesión. ¿Dejarán evidencia de la primera sesión “solemne-ordinaria” que ha existido en todo México, a pesar de no estar contemplada esta figura en ordenamiento legal alguno? ¿Será necesario que la Gran Comisión, en términos de lo previsto en el artículo 41, fracción XI, de su Ley Orgánica, acuerde la realización de un curso de enseñanza de los ordenamientos que los rigen, antes de que los critiquen?