El vuelo 11 de American Airlines proporciona servicio directo de Boston a Los Ángeles. El 11 de septiembre, el capitán Juan Ogonowski y el primer oficial Thomas McGuinness piloteaban el Boeing 767. Llevaba su capacidad completa de nueve asistentes de vuelo. 81 pasajeros subieron al vuelo con ellos (incluyendo los cinco terroristas).
El Avión despegó a las 7:59. Momentos antes de las 8:14, había alcanzado los 26.000 pies, cerca de la altitud inicial asignada de 29.000 pies. Todas las comunicaciones y datos del perfil del vuelo eran normales. Alrededor de este momento la señal de “abróchese el cinturón” se habría apagado y los asistentes de vuelo habrían comenzado la preparación para el servicio de los pasajeros.
En ese mismo tiempo, el american 11 tuvo su última comunicación rutinaria con tierra cuando respondió a las instrucciones navegacionales del centro del control del tráfico aéreo de la FAA (ATC) en Boston. Dieciséis segundos después de esta ultima transmisión, el ATC mandó a los pilotos de la nave a subir a 35.000 pies. Ese mensaje y todas las tentativas subsecuentes de entrar en contacto con el vuelo no fueron respondidos. De esto y de la alguna otra evidencia, creemos que el secuestro comenzó a las 8:14 o poco tiempo después de eso.
Los informes a partir de dos asistentes de vuelo en la cabina de turista, Betty Ong y de Madeline “Amy” Sweeney, nos dicen la mayor parte de lo que sabemos sobre cómo sucedió el secuestro. Cuando comenzó, algunos de los secuestradores –al parecer Wail al Shehri y Waleed al Shehri, que estaban sentados en la fila 2 de primera clase-apuñalaron a las dos asistentes de vuelo desarmadas que habrían estado preparando el servicio de los pasajeros.
No sabemos exactamente como los secuestradores accedieron a la cabina; Las reglas de FAA requieren que las puertas esten cerradas y bloqueadas durante el vuelo. Ong especuló que “habían forzado su entrada”. Quizás los terroristas apuñalaron a las asistentes de vuelo para conseguir una llave de la cabina, o para forzar a uno de ellos a abrir la puerta de la cabina, o tratar de engañar al capitán o al primer oficial para que salieran de la cabina. O los asistentes de vuelo pudieron haber estado estorbando su camino.
Al mismo tiempo o poco después de eso, el terrorista Atta- el único a bordo entrenado para volar un jet- se habría trasladado a la cabina desde su asiento de la clase de negocios, acompañado posiblemente por Omari. Mientras sucedía esto, uno de los secuestradores, probablemente Satam al Suqami - apuñaló al pasajero Daniel Lewin, que estaba sentado en la fila detrás de Atta y de Omari, quien estaba sentado directamente detrás de Lewin. Lewin había servido cuatro años como oficial con el ejercito israelí. Él pudo haber hecho un intento de parar a los secuestradores delante de él, no dándose cuenta que otro se sentaba detrás de él.
Los secuestradores ganaron rápidamente control y rociaron gas pimienta u otro irritante en la cabina de primera clase, para forzar a los pasajeros y a los asistentes de vuelo hacia la parte posterior del Avión. Les dijeron que tenían una bomba.
Cerca de cinco minutos después de que el secuestro comenzó, Betty Ong entró en contacto con la oficina de reservaciones del sudeste de American Airlines en Cary, Carolina del norte, vía un teléfono de AT&T para reportar una emergencia a bordo del vuelo. Ésta era la primera de varias ocasiones en 9/11 cuando los asistentes de vuelo tomaron acción fuera del alcance de su entrenamiento, que daba énfasis que durante un secuestro, su prioridad era comunicarse con el equipo de la cabina. La llamada de emergencia duró aproximadamente 25 minutos, donde Ong tranquilamente comunico profesionalmente la información sobre los acontecimientos que ocurrían a bordo del Avión a las autoridades en tierra.
A las 8:19, Ong dijo: “en cabina no están contestando, apuñalaron a alguien en clase negocios -y pienso que hay gas pimienta que no podemos respirar- Yo no se, yo creo que estamos siendo secuestrados. Ella entonces dijo de los apuñalamientos de los asistentes de vuelo.
A las 8:21, uno de los empleados de American que recibía la llamada de Ong en Carolina del Norte, Nydia Gonzalez, alertó al centro de operaciones de American Airlines en Forth Worth, Texas, alcanzando a Craig Marquis, el encargado de servicio. Marquis pronto se dio cuenta que esto era una emergencia y mandó al despachador de la línea aérea responsable del vuelo a entrar en contacto con la cabina. A las 8:23, el despachador intentó sin éxito entrar en contacto con el avión. Seis minutos más tarde, el especialista de control de tráfico aéreo en el centro de las operaciones de American entró en contacto con el centro de control de tráfico aéreo de Boston de la FAA sobre el vuelo. El centro estaba ya enterado del problema.
El centro de Boston sabía de un problema en el vuelo en parte porque momentos antes de las 8:25 los secuestradores habían intentado comunicarse con los pasajeros. El micrófono fue encendido, e inmediatamente uno de los secuestradores dijo, “nadie se mueva. Todo esta bien, Si ustedes intentan hacer cualquier movimiento, se pondrán en peligro y al avión. Solo permanezcan quietos”. Los controladores de tráfico aéreo oyeron la transmisión; Ong no. Los secuestradores no sabían como operar el sistema de radiocomunicación de la cabina, y difundieron así inadvertidamente su mensaje sobre el canal de control del tráfico aéreo en vez de a la cabina. También a las 8:25, y otra vez a las 8:29, Amy Sweeney consiguió comunicarse con la oficina de servicios de vuelo de American en Boston pero fue cortada después de que ella diera a conocer que alguien estaba lastimado a bordo del vuelo. Tres minutos más tarde, volvieron a conectarse a la oficina y Sweeney comenzó a retransmitir reportes al encargado, Michael Woodward.
A las 8:26, Ong reporto que el Avión “volaba erráticamente”. Un minuto más tarde, el vuelo 11 dio vuelta al sur. El American también empezó a obtener las identidades de los secuestradores, como Ong y entonces Sweeney pasaron los números de asiento de los que habían tenido acceso no autorizado a la cabina.
Sweeney reporto tranquilamente por la línea que el Avión había sido secuestrado; un hombre en primera clase tenia la garganta cortada; habían apuñalado a dos asistentes de vuelo, uno estaba seriamente herido y con oxígeno, mientras que las heridas del otro parecían de menor importancia; habían solicitado un doctor; los asistentes de vuelo no podían entrar en contacto con la cabina; y había una bomba en el avión. Sweeney dijo a Woodward que ella y Ong intentarían retransmitir tanta información como se podría a la gente en tierra.
A las 8:38, Ong dijo a González que el Avión volaba irregularmente otra vez. Alrededor de este tiempo Sweeney dijo a Woodward que los secuestradores eran árabes, nombrando tres por sus asientos numerados. Uno hablaba muy poco inglés y uno hablaba inglés excelente. Los secuestradores habían logrado entrar a la cabina, y ella no sabía como lo habían logrado. El avión estaba descendiendo rápidamente.
A las 8:41, Sweeney dijo a Woodward que los pasajeros en turista tenían la impresión que había una emergencia médica rutinaria en primera clase. Otros asistentes de vuelo estaban ocupados en las tareas tales como conseguir suministros médicos mientras que Ong y Sweeney reportaban los acontecimientos.
A las 8:41, en el centro de operaciones de American, un colega de Marquis le dijo que los controladores de tráfico aéreo declararon al vuelo 11 como un secuestro y “pienso que lo [al American 11] dirigen hacia Kennedy [el aeropuerto en la ciudad de Nueva York]. Y Están moviendo a todos los otros vuelos a un lado. Parecen tenerlo en un radar principal. Parecen que creen que está descendiendo“.
A las 8:44, González reporto haber perdido contacto telefónico con Ong. Por el mismo tiempo Sweeney le dijo a Woodward, “algo esta mal. Estamos descendiendo rápidamente… el avión se mueve violentamente. “Woodward pidió que Sweeney mirara hacia fuera de la ventana para ver si ella podría determinar donde estaban. Sweeney respondió: “Estamos volando bajo. Estamos volando muy, muy bajo. Estamos volando demasiado bajo”. Segundos después ella dijo, “Oh mi Dios Estamos volando demasiado bajo”. La llamada telefónica terminó.
A las 8:46:40, El American 11 se estrello en la torre norte del World Trade Center (WTC) en New York City. Todos a bordo, junto con un número desconocido de gente en la torre, murieron inmediatamente.
El secuestro del united 175
El vuelo 175 de United Airlines estaba programado para salir hacia Los Ángeles a las 8:00. El Capitán Victor Saracini y el primer oficial Michael Horrocks piloteaban el Boeing 767, que tenían siete azafatas de vuelo. Los 56 pasajeros subieron al avión.
El vuelo 175 de United Airlines estaba programado para salir hacia Los Ángeles a las 8:00. El Capitán Victor Saracini y el primer oficial Michael Horrocks piloteaban el Boeing 767, que tenían siete azafatas de vuelo. Los 56 pasajeros subieron al avión.
United 175 inicio arranque y empuje de la puerta de abordaje a las 7:58 y salieron del aeropuerto Logan a las 8:14. A las 8:33, ya había alcanzado su altitud asignada de crucero de 31.000 pies. Los asistentes de vuelo habrían comenzado el servicio de cabina.
El vuelo recién había despegado al mismo tiempo que secuestraban al american 11, a las 8:42 los pilotos de United 175 terminaban su informe sobre una “transmisión sospechosa” oida por casualidad de otro Avión (que resulto haber sido del vuelo 11) inmediatamente después del despegue. Ésta era la última comunicación de United 175 con tierra.
Los secuestradores atacaron en algún momento entre las 8:42 y 8:46. Utilizaron cuchillos (según lo reportado por dos pasajeros y un asistente de vuelo), gas pimienta (divulgado por un pasajero), y la amenaza de una bomba (divulgada por el mismo pasajero). Apuñalaron a miembros del equipo de vuelo (divulgado por un asistente de vuelo y un pasajero). Habían matado a ambos pilotos (divulgado por un asistente de vuelo). Los reportes de testigos presenciales vinieron de llamadas hechas de la parte posterior del Avión, de pasajeros sentados originalmente adelante en la cabina, lo que muestra que habían movido a los pasajeros y quizás al equipo a la parte posterior del avión. Las semejanzas dadas con el American 11 en la disposición de los asientos de los secuestradores y en los informes de testigos presenciales en táctica y armas, así como el contacto entre los presuntos líderes del equipo, Atta y el Shehhi, creemos que las táctica eran similares en ambos vuelos.
La primera evidencia operacional que algo era anormal en united 175 sucedió a las 8:47, cuando el avión cambió código del radio faro dos veces en menos de un minuto. A las 8:51, el vuelo se desvió de su altitud asignada, y un minuto más tarde los controladores de tráfico aéreo de New York comenzaron en varias ocasiones y sin éxito entrar en contacto.
A las 8:52, en Easton, Connecticut, un hombre de nombre Lee Hanson recibió una llamada telefónica de su hijo Peter, pasajero de United 175. Su hijo le dijo: “Creo que han asumido el control de la cabina, un asistente ha sido apuñalado y alguien otro adelante pudo haber sido asesinado. El Avión está haciendo movimientos extraños. Llama a United Airlines diles que es el vuelo 175, de Boston a LA”. Lee Hanson después llamo a la policía de Easton y les dijo lo que le había dicho.
También a las 8:52, un asistente masculino de vuelo llamó a la oficina de United en San Francisco, y hablo con Marc Policastro. El asistente de vuelo reportó que el vuelo había sido secuestrado, ambos pilotos había sido asesinados, habían apuñalado a un asistente de vuelo, y los secuestradores volaban probablemente el Avión. La llamada duró cerca de dos minutos, después de lo cual Policastro y un colega trataron sin éxito entrar en contacto con el vuelo.
A las 8:58, el vuelo tomó rumbo hacia New York City.
A las 8:59, el pasajero Brian David Sweeney del vuelo 175 intentó llamar a su esposa, Julia. Él dejó un mensaje en su contestador, que el Avión había sido secuestrado. entonces llamó a su madre, Louise Sweeney, le dijo que el vuelo había sido secuestrado, y agregó que los pasajeros pensaban retomar el control de la cabina para tomar el control del Avión de las manos de los secuestradores.
A las 9:00, Lee Hanson recibió una segunda llamada de su hijo Peter:
Se está poniendo feo, papá, una azafata fue apuñalada creo que ellos tienen cuchillos y gas pimienta -dijeron tener una bomba- se está poniendo feo en el Avión- los Pasajeros están vomitando y mareándose, el Avión está haciendo movimientos bruscos- no creo que el piloto este volando el Avión- Yo creo que vamos para abajo- creo que se preponen ir a Chicago o alguna parte y chocar contra un edificio- no te preocupes, papá, si sucede, será muy rápido- Mi Dios, mi Dios.
La llamada terminó precipitadamente. Lee Hanson habían oído a una mujer gritar momentos antes que se cortó. Él encendió la televisión, y en su hogar así lo hizo Louise Sweeney. Entonces ambos vieron como el segundo avión se estrelló contra el WTC.
A las 9:03:11, el vuelo 175 de United Airlines se estrelló contra la torre sur del centro de comercio mundial. Todos a bordo, junto con un número desconocido de gente en la torre, murieron inmediatamente.
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