Polo Polo para secretario de Cultura... Con Mario Marin!!!

A continuación tres chistes pésimos, como ésos que cuenta en sus entrevistas el secretario de Cultura, Alejandro Montiel Bonilla:

Uno.

¿Qué es un chiste malo? El chiste que le pega a los chistes chiquitos…

Dos.

¿Para qué los gallegos meten una jarra vacía al refrigerador? Para los que no quieran tomar nada.

Tres.

—Mamá, mamá, ¿las peras son transparentes? —Le pregunta Pepito a su mamá.

—No, mijo, cómo crees, son verdes. —Responde amorosa la mamá de Pepito.

—¡Chin!, entonces me acabo de comer un foco.

Tátara tátara, tátarata, tára, tára. (Léase con ritmo circense).

Tome nota secretario.

Igual y se supera en la próxima entrevista.

Ya vamos mejorando, eh.


Pero ya no vea películas de César Bono. Por Dios ¡no ignore a Rafael Inclán!


Pronto le regalaremos la colección completa de los chistes más colorados de Polo Polo.


Periodismo cómodo para iniciados


Elogios para la prensa cómoda, chistes malos para la incómoda. Ésa es quizá la relación con los medios del secretario Alejandro Montiel Bonilla.


Ahora resulta que don Alejandro —por cierto, recibí sus saludos — sí concede charlas a reporteros que hacen “preguntas inteligentes”, como bien definió al flamante y reluciente, recién contratado, pero viejo amigo de Síntesis: Joaquín Ríos, alias Kino o “Porkino”, como le dicen otros muy despectivamente a causa de su talla.


Bueno, pero aquí no vamos a criticar si uno es gordo o flaco.


Lo que podemos analizar es cuán cómodo será ahora este diario para Montiel.


Y no lo decimos nosotros.


No somos nadie para criticar a un compañero que hace entrevistas a cambio de mejorar su localito llamado Mezcalli.


En ese espacio fue a parar una biblioteca de fondos federales gracias a las dádivas de la Secretaría de Cultura, ¿cómo pasó? ¿Quién sabe? Pero todo mundo conoce esa historia.


Para comentar esto va un texto que llegó al correo electrónico, y que aquí lo debemos reproducir porque ya nos estamos entrenando en el Manual R. para el periodismo ingrato. Del fellatio a la nota informativa:


“Saludos muchachos


Quiero comentar nada más con ustedes el caso del nuevo reportero de Cultura de Síntesis.


Uno ni tan nuevo.


Joaquín Ríos.


El buen ‛Kino’ estaba y utilizaba la fuente de cultura para beneficio propio, es decir, hacía entrevistas pero a la vez negoció para su propia ‘Casa de arte’ a la que bien tuvo por nombrarle Mezcalli.


O sea, entrevistaba y a la vez decía al entrevistado, fíjate que tengo una revista y un espacio ¿por qué no vas?


Y luego, pues qué creen, que sus entrevistas y notas eran nada más y nada menos que del artista plástico o escritor que iba, ¿a dónde creen? Sí, a Mezcalli.


En realidad la página de Cultura, no era de Cultura, ni de Síntesis, sino una eterna campaña publicitaria al changarro de ‛Kino’.


Un chayo evidentísimo.


Pero el negocio se le terminó a ‛Kino’ porque contrataron a otros reporteros.


Ahora vuelve… ¿pero a qué?


Saludos…”.


¡Jesús!… diría doña Soco. Quienes escribimos Dios en el Poder nos deslindamos del lenguaje que utilizan nuestros lectores…


Bueno. Así está la cosa con la nueva joya de Síntesis.


Por lo menos Montiel comienza a ganarse a la prensa. Y de qué forma, eh.


Otro mail. Un amigo de este espacio se tomó la molestia de escribirnos unas líneas para ampliarnos la idea de quién es el que encabeza la Comisión Estatal de Derechos Humanos.


Y el lector es duro contra el ombudsman poblano. Lo llama “ombudsman precioso junior”.


Sólo nos resta darles las gracias a los lectores quienes nos escriben y a los diputados que eligen a personajes cuestionables y vulnerables a críticas, burlas y cuestionamientos.


A todos ellos: ¡Gracias!


Les dejo el correo electrónico. —Lectores, disculpen que los llenemos de mailes, pero nos emociona mucho que nos escriban—.


“Le envío un cordial saludo y a la vez hago de su conocimiento los hechos dados a conocer al suscrito por trabajadores de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, omitiendo sus nombres por razones obvias, siendo los siguientes: El famoso ‛Quechulac’, José Manuel Cándido Flores Mendoza, también ya conocido como ‛ombudsman precioso jr’, quien es una persona ambiciosa, cobarde, prepotente, envidiosa, manipuladora, le gusta humillar y abusar de los débiles, su adicción a la pelea de gallos y su carácter violento y explosivo lo hacen muy peligroso. Además de ser soberbio, exigente y no tolera que lo contradigan y siempre obtiene lo que desea, le preocupa su imagen pública y maneja con facilidad una doble moral como si la tuviera. No es más que un ignorante del derecho, pero presume que nunca ha perdido un juicio en los tribunales, pero como lo va a perder si nunca a litigado y si no pregúntenselos a los colegios, barras y asociaciones de abogados si lo han tenido como contraparte en algún juicio, pues su ignorancia supina le impide dar platicas sobre derechos humanos teniendo que improvisar al personal para que lo haga en su nombre.


“Asimismo manifiestan que no ha acordado varios escritos presentados por el Primer Visitador General ni resultó los expedientes administrativos que tiene instaurados en su contra, violando con ello el derecho de petición y esto que es un Organismo protector de los derechos humanos, jactándose ser amigo del Gobernador y de la Procuradora y que no le pueden hacer nada, que incluso ya arregló todo con las trabajadoras inconformes por conducto de su amigo Carlos Abascal ex-secretario de gobernación foxista, además se jacta que está esperando que lo postulen como diputado plurinominal y dejar la Comisión a manos de Héctor Reyes Pacheco, no sin antes correr a Germán Julián Molina y para eso ya dio instrucciones a su esbirro Jorge Navarro Ancheyta para que resuelva los expedientes administrativos que tiene contra del mencionado primer visitador general”.


¡Yeiiiiiiii! Nuestra querida Karla Espinosa ya tiene padrino para su programa en Sicom, el cual se llamará “A Fondo” y será transmitido en los próximos días.


Karla hizo una larga y divertidísima entrevista de 30 minutos con un personajazo.


Y para fortuna de ella, y de quienes la queremos, no es Mario Marín, sino el polémico, irónico y sarcástico René Franco, conductor del programa radiofónico “La Taquilla”.


Bravo, werota.


Fiúuuu.


Te quitaste al góber de encima.