La sofisticación del mundo moderno no radica en la inteligencia individual. 100 personas tontas bien comunicadas generan más avances que 100 personas inteligentes que actúan descoordinadas, debido a que crean un cerebro colectivo, considera Matt Ridley, periodista, autor de ciencia y empresario inglés.
El coeficiente intelectual (IQ por sus siglas en ingles) de las personas no es importante para el crecimiento, lo importante es generar intercambio de ideas. No es importante si los individuos son inteligentes; lo que realmente importa es lo inteligente del cerebro colectivo.
Es esta costumbre que tenemos de compartir ideas que ha creado el cerebro colectivo. Esto, dice Ridley, "mantiene la esperanza de que la raza humana prosperará poderosamente en los próximos años".
Todos los ingredientes del éxito humano como la fabricación de utensilios, cerebros grandes, cultura, fuego, incluso el lenguaje, parecen haber estado presentes medio millón de años antes y, sin embargo, nada ocurrió. El avance acelerado, dice el periodista "proviene de la economía, conocida como Inteligencia colectiva".
Sólo los humanos generan intercambio de diferentes bienes y eso ayuda a la interacción.
La noción de que lo que determina la inventiva y el ritmo del cambio cultural de una población es el volumen de interacción entre individuos y el avance tiene que ver con ello.
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