Ante los reclamos por la falta de apoyos, el gobernador se tuvo que refugiar en un edificio particular.
Cientos de pobladores de Tlacotalpan, una de las ciudades más azotadas por las inundaciones, se arremolinaron alrededor del gobernador Fidel Herrera Beltrán y de la alcaldesa Esperanza Burela Villegas, reclamando la entrega de apoyos comprometidos para la rehabilitación de viviendas y reposición de enseres domésticos.
Herrera junto con las autoridades municipales encabezaba una reunión de evaluación por los daños en la llamada Perla del Papaloapan, donde enfrentó los reclamos.
Debido a la turba que reclamaba e intentaba darle las quejas personalmente al mandatario estatal, éste tuvo que retirarse del lugar resguardado por varios funcionarios, entre ellos, el secretario de Salud, Fernando Antiga Tinoco.
Al ver que Herrera se retiraba del palacio municipal, los lugareños corrieron tras él para intentar alcanzarlo, por lo que el grupo de funcionarios se tuvo que refugiar en un edificio particular donde lograron entrar varios reporteros y camarógrafos para escapar de la multitud.
Allí, el gobernador comentó con sorna: “Los tlacotalpeños no tienen llenadera, piden y piden”.
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